Es una sanción que un banco, un prestamista, un contratista o una entidad gubernamental coloca sobre una propiedad hasta el pago o la satisfacción de una deuda u obligación financiera con dicha entidad. Los diferentes embargos se pagan después de la venta de la propiedad y en este orden: impuestos, seguros, hipotecas y, por último, embargos de construcción.