Al hacer los pagos mensuales de la hipoteca, los propietarios tienen la opción de dejar que el banco calcule su pago utilizando el importe principal del préstamo y los intereses sobre ese importe o incluir también en ese pago los impuestos y las cuotas del seguro hipotecario. Si el comprador opta por calcular el pago mensual sólo con el capital y los intereses, tendrá que pagar por separado el seguro y los impuestos. Estos pagos pueden costar miles de euros y se realizan una o dos veces al año.
A los bancos les interesa incluir los pagos de seguros e impuestos en las mensualidades, ya que su impago da lugar a un embargo de impuestos o seguros sobre la propiedad.